miércoles, 10 de febrero de 2010

Un esquimal de hace 4.000 años



Un hombre que murió hace 4.000 años y cuyos restos se conservaron durante todo este tiempo congelados en el suelo, como los de los mamuts, ha desvelado muchos de sus rasgos ahora, cuando se ha secuenciado su genoma a partir de su pelo. Estudiando su material genético, los investigadores han averiguado, entre otras cosas, que este miembro de la cultura Saqqaq, la primera de la que se tiene constancia que vivió en Groenlandia, no era blanco de piel, tenía los ojos castaños y el pelo oscuro y fuerte. También tenía el grupo sanguíneo A + y tendencia marcada a la calvicie.

Además, la información genética les ha revelado que el origen de este humano antiguo, que han bautizado Inuk, estaba en Siberia oriental. Aún sin poder asegurar que se trata de un individuo representativo de la población de la zona en aquella época, este dato indica que América del Norte fue habitada hace unos 5.500 años por una oleada migratoria procedente del este de la que no se tenía constancia hasta ahora. Esta oleada fue anterior a aquellas posteriores de las que descienden los actuales esquimales e indios americanos.

A los estudiosos les interesa mucho esta vía genética de investigación porque se conocen muy pocos detalles de estos primitivos habitantes del ártico americano, debido a que quedan pocos restos de su cultura. En el mismo yacimiento se han hallado arpones y otras herramientas. El trabajo ahora publicado en Nature indica que se pueden utilizar los datos del genoma para conocer rasgos físicos y demográficos de individuos de culturas extintas.


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