sábado, 12 de diciembre de 2009

La cumbre planea prorrogar Kioto y un acuerdo paralelo para EE UU


Lo que pueda salir de la Cumbre del Clima de Copenhague parece encaminado a dividirse en dos. Por un lado, una prórroga del Protocolo de Kioto para después de 2012 (en el que no está EE UU) para siete años más. Por el otro, un nuevo acuerdo sin forma aún definida en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (en la que sí estarían los norteamericanos). Los borradores presentados ayer por cada uno de los dos grupos en los que se habían separado las negociaciones climáticas desde 2007 dibujan, de momento, estas vías. "La idea de tener un solo tratado no está fuera de la mesa", comentó el secretario ejecutivo de la Convención, Yvo de Boer, que reconoció que el deseo de la mayoría de los países es tener resultados en estas dos vías diferentes.

La Unión Europea es de los pocos bloques negociadores que defienden un único acuerdo. Dado que EE UU no quiere entrar en el Protocolo de Kioto junto al resto de países industrializados, la mayoría de los países en desarrollo no están dispuestos a asumir compromisos vinculantes como obliga este tratado. "En un mundo ideal tendríamos un único tratado legalmente vinculante. Por ahora lo que tenemos está desequilibrado", resumió el negociador sueco Anders Turesson. Sin embargo, cuando empieza ya el tramo decisivo con la llegada de los ministros y jefes de negociación, no son muchas las opciones que quedan. El enviado de Obama, Todd Stern, fue muy claro: "La negociación está en el filo de la navaja".